El motivo por el que un hombre de Asturias es el único vecino que queda en la aldea: "70 años y..."
Según el INE, en España hay casi 2.000 pueblos en los que hay un solo vecino, un fenómeno que se conoce como la 'España Unipersonal'
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¿Tienes muchos vecinos? ¿Son majos? Los hay que tienen problemas de convivencia con sus compañeros de bloque porque ponen la música muy alta o no respetan las zonas comunes. ¿Te has imaginado alguna vez cómo sería no tener ningún vecino? No nos referimos a que no viva nadie en la casa de al lado, sino a no tener ningún vecino en kilómetros a la redonda.
Esto es lo que se conoce como núcleos de población unipersonales: barrios, polígonos o pueblos con un solo vecino. Aunque pueda parecer algo bastante inusual, no son pocos los que existen en nuestro país. Casi 2.000 personas viven completamente solas, según se desprende de los datos del Padrón Continuo por unidad poblacional realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Esta 'España unipersonal' no es más que un estado previo de la 'España vaciada', uno de los desafíos del reto demográfico ya definido en España. 3.400 municipios están en riesgo de despoblación, y en muchos de ellos solo una persona impide que esa localidad entre en la lista de pueblos y aldeas abandonadas. Muchos de ellos, por cierto, no han visto niños ni jóvenes desde hace muchos años. La mayoría de estos núcleos unipersonales están en provincias como Lugo, La Coruña o Asturias.
Precisamente en esta última vive Mariano Hortal. Es el único vecino de Biamón, una aldea situada en la localidad asturiana de Ponga. Allí no hay ni cobertura ni Internet, y nos ha atendido como ha podido desde su pueblo. Desde hace ya unos cuantos años Mariano vive completamente solo. Tiene 70 años y volvió a Biamón, el lugar donde nació, justo después de jubilarse, y aunque tiene familia, desde hace años vive completamente solo en esta pequeña aldea.
¿Cómo es vivir sin vecinos?
“El vecino más cercano que tengo aquí está a kilómetro y pico”, comenta Mariano. En Biamón la conexión a Internet y la televisión llegan vía satélite, y es que por el momento no hay cobertura telefónica en esta zona cercana a los Picos de Europa. Pero tampoco es una cuestión que a Mariano le importe en exceso, pues se "defiende muy bien con Whatsapp" a su edad.
En cuanto a los quehaceres diarios, como la compra, también se defiende bastante bien. “Ahora ya se puede hacer con más frecuencia porque hay carreteras, se puede bajar en coche”, indica. Para comprar el pan, por ejemplo, se baja a la carretera general, que pasa el panadero todos los días. Sin embargo, para lo demás no le queda otra que desplazarse unos 30 kilómetros a Cangas de Onís, que es la población más cercana. Suele hacer una compra mensual con productos no perecederos y con eso va tirando.
Mariano reconoce que se siente a gusto, a pesar de ser el único habitante del municipio, pero también confiesa que hay cosas que se echan de menos. “Se echa en falta que hace años aquí había un montón de gente, muchos niños”, recuerda este vecino sin vecinos.